Orchid cake

Hay veces que las tortas son mucho más improvisadas de lo que yo honestamente querría. Soy súper perfeccionista y creo que es uno de mis sellos cuando estoy trabajando en la cocina. No hay nada que sea al azar, todo está perfectamente pensado y calculado, y cuando no es así, bueno, me complico y sufro.

Sin embargo, hay veces que hay que hacer frente a distintas cosas, especialmente cuando se trata del cumpleaños de alguien tan querido como mi abuela. Para los que no sepan, ayer hicimos la primera cena de degustación en la Casa Kuk, fue todo un éxito, pero entre toda la organización y cocina, me tocó hacer esta torta.

Para quienes me conocen, sabrán que soy MUY apegada a mi abuela y por lo mismo cada nuevo año que cumple y que puedo tenerla a mi lado es un verdadero regalo, además de un motivo para celebrar. El año pasado le mandé carrés de chocolate hechos por mi desde Nueva York, y este año no podía no hacerle algo bonito. Primero porque se lo merece y dos, no puedo no hacerle una torta bonita y con flores a una de las personas más generosas que tengo en mi vida.

Por lo mismo, y como pulpo, armé rápidamente la torta. Un día después la cubrí con fondant y solo un par de horas antes de su almuerzo de cumpleaños empecé a hacer las flores. No están perfectas, ni se alcanzaron a secar, pero siento que para haberlas hecho en una hora, quedaron bastante lindas, además, son mis primeras Orquídeas. Nada mal para un primer intento, pero prometo que las siguientes serán espectaculares.

Anatomía de la torta:

• Invitados: Aproximadamente 10
• Evento: Almuerzo de cumpleaños de mi abuela
• Lugar: Margó del Parque Arauco
• Plazo: Dos días
• Sabor: Bizcocho chiffon de chocolate relleno con ganache batido de chocolate blanco y remojado son simple syrup y Buelleit bourbon
• Medidas: Aproximadamente 14 cms de diámetro y 15 cms de altura
• Decoración: Fondant blanco marmoleado con un color lila suave, listón hexagonal para decorar el borde inferior, y dos orquídeas de pasta de goma