Almost marble cake…

La verdad es que no hay nada más simple y rico que un queque. Pero las cosas como son, maravilloso es cuando uno tiene el molde ideal, le da un marmoleado y además de eso, alcanza el sabor perfecto.

Bueno, este queque es todo lo contrario. La versión marmoleada y en el molde de ensueño simplemente no resultó, esto fue lo que botó la ola, pero ojo, lo que si logramos, y que para mi es clave… Fue hacer algo que de todas maneras fuera bonito y, por sobre todas las cosas, más rico que la cresta.

Siendo súper honesta, habían recetas que me ponía mal genio preparar en clases, especialmente las cosas simples como este queque. Pero cuan equivocada estaba, una vez que lo probé me di cuenta de que había metido la pata, porque pocas veces había probado algo tan húmedo, dulce pero a la vez no hostigoso, con una textura pastosa, la verdad es que solo podría describir cómo es con una cara lo bueno que es, las palabras me quedan cortas… Lo que si les puedo asegurar es que es adictivo.

Si les encanta el fondo, pueden comprarlo en la web de la Paula, Hecho por Paula.

Fotografía: Paula Zuvic

 

El viernes pasado me fue a ver @matias_alejandroal, decidimos que ameritaba conocernos y lo invité a conocer la Casa Kuk. Por su puesto, cada vez que me tengo que lucir las cago, me equivoqué en la receta del queque (se me olvidó echarle los huevos), y finalmente la maravilla marmoleada que habíamos hecho, terminó no desmoldándose y lo cierto es que el de la foto no es más que lo que sobró y por supuesto mezclado. Claramente la receta que les daré es para hacerlo como corresponde, pero mi versión fue un desastre, por eso es un casi, casi…

Claramente no me lucí frente a mi invitado, es más, si hubiese sido él habría pensado “pobre mujer no le achunta a ni una, cocina como las huevas,,,”, me hubiese dado lástima. Pero lo cierto es que las cosas de comfort food a menos que sean tartas o galletas, no son mi fuerte. Con otros tipos de masas me peino y con las tortas también, pero por la cresta que manera de ser desastre en esta ocasión. Él, sin siquiera saberlo me llevó varias cosas que me llegaron directo al corazón: uno la miel batida de Beendita Miel y cacao en polvo de Chokko, con eso ya morí. Pero además, llevó un molde maravilloso de Williams Sonoma (claramente no es el de la foto) y este increíble tortero negro, dos cosas que quiero tener con todo mi alma, y con ellas pudimos armar una producción entretenida (excepto por el molde claro, pero tranquilos nos bajoneamos todo el queque pegado, no hubo migas desperdiciadas).

En fin, lo cierto es que me bajonié bastante con el tema, soy una persona bien perfeccionista y no me gusta desilusionar a nadie con mi cocina, pero al parecer, cocinar con gente por primera vez me pone nerviosa, porque no es la primera vez que me pasa. Matías, lo siento mucho, y prometo que la próxima vez seré muy profesional en la cocina, pero aún habrá risas y garabatos por doquier, eso no cambia.

Bueno, les dejo esta maravillosa receta que adaptamos de mi libro de cocina de The International Culinary Center ¡Este es un marble pound cake y espero que lo disfruten tanto como nosotros!

 

Ingredientes

  • 400 gr de harina
  • 520 gr de azúcar
  • 280 gr de yogur griego
  • 300 gr de mantequilla a Tº ambiente
  • 1 cucharadita de polvos de hornear
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 cucharada de extracto de vainilla
  • 200 gr de huevo
  • 40 gr de cacao en polvo
  • Almendras laminadas

 

Preparación

  1. Precalentar el horno a 165ºC.
  2. Engrasar y ojalá enharinar levemente un molde (para que no les pase como a mi), en este caso yo lo hice en un molde de papel encerado, todo dependerá del material, pero asegúrense que puedan desmoldarlo.
  3. Combinar todos los ingredientes, excepto por el cacao en el bowl de una batidora de pie con paleta. Mezclar a velocidad baja hasta que esté combinado, luego aumentar la velocidad y mezclar durante 3 minutos o hasta que esté aereado, yo lo hice durante 1.5 minutos.
  4. Separar 530 gr de la masa y lo que queda en el bowl de la batidora, mezclarlo con el cacao.
  5. Una vez listo, rellenar los moldes alternando entre la masa de vainilla y chocolate. Luego con un cuchillo ir mezclando para crear el efecto de mármol. Espolvorear, si es que quieren, con las almendras laminadas.
  6. Hornear durante 1 hora aproximadamente, ir teasteando con un palo a ver si está listo, el mío se demoró como 10 minutos más, pero son cosas que dependen de cada horno y esta receta está desarrollada con hornos industriales.
  7. Retirar del horno y dejar enfriar en el molde durante 10 minutos. Desmoldar y disponer en un cooling rack para que se enfríe. Lo ideal es que cuando llegue a una temperatura más de ambiente, recién ahí cortarlo para que no se rompa.
  8. Ojo, un buen dato es que pueden congelarlos bien envueltos en papel film y congelados hasta dos meses.

 

 

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