Paleo carrot cake

¿Quién no ama el carrot cake? La verdad es que no le tenía tanto cariño hasta que llegué a Nueva York. Esta receta estaba en nuestro programa de tortas y yo alegaba que por qué teníamos que hacer algo TAN gringo, si lo nuestro era pastelería francesa. Poco sabía que después nos íbamos a enamorar…

A regañadientes lo preparé, lo arreglé precioso con zanahorias de mazapán, el frosting perfecto, ángulo de 90º, de exposición jajajaja. La muy patuda decidí que me iba a llevar el mío intacto a la casa, lo iba a congelar y guardárselo a mi mamá para que lo probara cuando viniera a visitarme en un par de semanas. Pero probé el de mi compañera, que en suma, lo habíamos hecho juntas, y ahí morí, lo amé con perdición y locura.

Para mi linda sorpresa, en el metro me salió medio volando la torta y ahí quedó po… Todo el decorado pegado a la parte de arriba de la cajita en la que lo llevaba, la decoración de mazapán por cualquier lado y así, más atropellado el pobre, pero bueno, mi mamá iba a probar el sabor así que no me preocupé tanto, ya tenía el money shot.

En fin, mi mamá llegó un tiempo después y a esas alturas, pese a que la había metido al congelador, me había comido todo y quedaba un solo pedazo, el resto era historia y ya estaba en mis lindas caderitas jajajajaja. El único pedacito que le guardé, lamentablemente había perdido su sabor, pero bueno, al menos apreció el gesto. No fue hasta su cumpleaños (esto era septiembre y su cumpleaños en febrero) que la logró probar bien, le hice un carrot cake muy decorado y de tres pisos, comió hasta el infinito y más allá. Además, obvio que mandamos a todos los invitados con pedazos pal desayuno, a todos les encantó,

Bueno… La cosa es que siendo paleo, ese es un gusto que no me puedo dar, pero desarrollé una receta rica, algo “similar”, pero podríamos decir que es un placebo ante un ataque de carrot cake. Tampoco es la receta menos calórica, pero jamás nos hinchará o provocará un malestar, además de ser una versión perfecta para alguien que no consuma frutos secos o lácteos. ¡Ojalá les guste!

La receta rinde para 6 porciones de cake y 12 de frosting, cada porción de cake tiene 284 calorías, mientras que cada porción de frosting tiene 151, por lo mismo, se los separo y les doy la opción de comer el quequito separado dela cobertura, porque 435 calorías por porción puede ser harto, al menos para mi, que solo como 1200 calorías al día, es un montón.

¡En fin, el que puede comer de todo sin engorda que los disfrute! Y el resto que vive en control máximo como yo, tienen todas las opciones y ojo, a veces está bien mandar la cuenta de calorías a la cresta, sacarse el antojo y seguir viviendo en paz.

Ingredientes

• 1/2 taza de harina de coco
• 1 pizca de sal
• 1/4 de cucharadita de bicarbonato
• 2 cucharaditas de canela, ojalá de Saigón
• 6 huevos
• 1/2 taza de aceite de coco
• 1/3 de taza de miel
• 2 zanahorias ralladas finas

• 1 1/2 taza de castañas de cajú remojadas al menos 4 horas y escurridas 
• 2/3 de taza de crema de coco fría
• 2 1/2 cucharadas de jugo de limón 
• 2 cucharadas de aceite de coco sólido
• 2 cucharaditas de extracto de vainilla
• 5 cucharadas de miel o Maple syrup
• 1 pizca de sal

Preparación

1. En un procesador de alimentos combinar la harina de coco, sal, bicarbonato y canela.
2. Sumar los huevos, el aceite de coco y la miel derretidos.
3. Pasar la masa al un bowl y sumar a mano la zanahoria rallada revolviendo.
4. En un molde, el mio que son mini lingotes lo compré en Steward y lo rocié con el spray de cocina de coco que venden en el Jumbo
5. Pasar la mezcla al molde, llenar 3/4 si es que son los individuales.
6. Hornear durante 45 minutos.
7. Mientras se hornea, en el procesador moler las castañas de cajú hasta obtener una pasta.
8. Raspar los bordes y sumar el resto de los ingredientes, procesar unos 4 minutos o hasta obtener una mezcla cremosa.
9. Una vez listos los carrot cakes, retirar del horno, enfriar una hora y luego cubrir con el frosting de catañas de cajú y con chips de coco si quieren.