Tangerine cheesecake

El sábado fu el Workshop de Fotografía y Foodstyling de mi querida amiga y fotógrafa oficial, Paula Zuvic.

Como siempre trato de ayudarla con lo que pueda, y claro, mi terreno firme es la comida. Esta vez quisimos salir un poco de lo dulce, hacer algo más relajado y nos fuimos enfocando en la “comfort food”, así llegamos a la conclusión de una mezcla perfecta de dulce y salado: el brunch.

Bajo ese llamado ella montó una clase enfocada en distintas técnicas de foto, montajes y más, mientras que yo hice un recorrido de los distintos sabores, tipos de platos y formatos que se podrían disfrutar en una ocasión así.

Por lejos el plato que más me gustó estéticamente fue este cheesecake y básicamente salió de suerte porque mezclé distintas cosas que había probado por separado en la idea de utilizar este molde que compré en Steward hace un tiempo.

Mezclé la masa de tarta que más me gusta: la sablée; con mi cheesecake favorito y mandarinas que una vez las utilicé en una tarta con crema pastelera. La mezcla fue furor, para cuando se acabó el taller solo quedaba un mini pedazo. Me fui contenta, son tonteras así las que me hacen sonreír a diario: un like, un comentario, un plato vacío, una boca llena, una sonrisa, un “voy a dejar de seguirte porque subes cosas muy ricas”, y así… Con pequeñas cosas y comentarios de que mi comida pone a otra gente contenta, me doy por pagada.

El sábado pregunté por Instagram quiénes querían la receta y pese a que hubo algunos amargados que me dijeron que no, la mayoría me puso que si, así que muchas gracias y estoy feliz de compartirla con ustedes! Ojalá la disfruten tanto como la Paula y sus alumnos 🙂

Fotografía: Paula Zuvic

 

Ingredientes

Masa

  • 50 gr azúcar flor (glas)
  • 125 gr harina
  • 1/8 cucharadita de sal
  • 63 gr mantequilla en cubos pequeños
  • 40 gr yema
  • Baking beans, o cualquier tipo de legumbre (se utiliza para dar peso a la masa en el horno)

Cheesecake

  • 1 pan de queso crema
  • 1/4 taza de azúcar
  • 1/3 taza de yogur griego
  • 1 cucharadita de vainilla

Decoración

  • 15 mandarinas pequeñas peladas y en gajos
  • Mermelada de durazno (derretida en una olla)

Preparación

  1. Para la masa combinar los ingredientes secos en el bowl de una batidora con una paleta. Luego sumar la mantequilla, mezclar a velocidad media durante 6 minutos, hasta obtener una mezcla poco homogénea que parezca arena.
  2. Sumar los huevos de a uno, mezclar lo suficiente solo hasta que esté homogéneo.
  3. Verter el contenido del bowl en una superficie enharinada y hacerle fraisage (es básicamente amasarla suave para unirla), da lo mismo si no queda muy ordenada, es mejor no abusar de este movimiento para no desarrollar mucho gluten. Dejar reposar en el refrigerador hasta que vayamos a utilizarla (mínimo media hora e idealmente tres).
  4. Cuando estemos listos para hacer el cheesecake, o incluso podría ser un día antes, sacar la masa del refrigerador, dejarla reposar unos 5 minutos y con la ayuda de un uslero, dejarla de aproximadamente medio centímetro de grosor.
  5. Una vez lista, enmantequillar y enharinar el molde, enrollar la masa en el mismo uslero y poner sobre el molde. La idea es empujarla hacia abajo con los dedos, uno para que se pegue bien al molde y dos, para que quede ceñida a esa forma. Con un cuchillo pequeño cortar de manera horizontal el excedente de masa.
  6. Envolver con film plástico y meter al congelador, ojalá media hora. Mientras tanto, precalentar el horno a 175ºC.
  7. Una vez que la masa esté fría y pueda conservar una buena forma en el horno, retirar del congelador, hacerle agujeros con un tenedor en la base, ojalá bastantes. Luego cubrir con papel mantequilla y rellenar bien con los baking beans, yo usé lentejas ;).
  8. Hornear durante 20 minutos y retirar del horno, no apagar.
  9. Mientras se enfría se prepara el relleno. Mezclar en la batidora (con el accesorio de paleta), yo en este caso utilicé la Kitchen Aid MINI y fue perfecta, el queso crema y el azúcar a velocidad media hasta que esté cremoso. No batir demasiado porque eso hace que la superficie se quiebre.
  10. Una vez listo, añadir el yogur y la vainilla, mezclar 30 segundos.
  11. Rellenar la masa con la preparación anterior y hornear durante 50 – 55 minutos. Si se empieza a dorar mucho, cubrir con papel aluminio.
  12. Retirar del horno y enfriar. Mientras, pelar y desgajar las mandarinas, idealmente dejando lo menos posible de la parte blanca.
  13. Cuando el relleno esté relativamente frío, empezar a cubrir con las mandarinas. A mi me gusta apretarlas bien, cosa de que no se vea lo blanco de abajo.
  14. En una olla pequeña y a fuego medio, derretir la mermelada, siempre teniendo cuidado de que no se empiece a caramelizar y posiblemente quemar.
  15. Al alcanzar una consistencia líquida, retirar del fuego y pincelear sobre las mandarinas, rellenando todos los espacios e incluso un poco de los bordes para una presentación más prolija.
  16. Dejar enfriar un ratito y listo!

Es una receta un poco larga, pero les prometo que queda muy rica. Les recomiendo tratar la masa con mucho amor y delicadeza para que les quede muy suave y quebradiza que es lo que siempre me celebran a mi de mis masas.

¡Me cuentan cómo les quedó!

Fotografía: Paula Zuvic

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